Era un día normal y corriente del mes de enero de 2013,
llegue a casa agotado de estudiar, eran las 20:00 horas venía de clase de francés cerca de la plaza de Chamberí. Fui directamente
a mi cuarto y ví dormir a mi hermano como un angelito ,me sorprendió que el suelo estaba resbaladizo y encendí la luz.
No podía creer lo que estaba viendo, era sangre y fui siguiendo
su rastro por todo mi cuarto. Conducía a
un lugar que no me gustaba nada, era la cama. Me quedé paralizado, mi hermano estaba
rodeado de sangre con puñaladas en la espalda, es impactante ver a uno de tus seres más queridos del mundo
inconsciente o muerto, no lo sabia.
Llamé a mi madre corriendo, sin casi palabras, llorando y
caminando como podía. Ese momento fue
uno de las peores de toda mi vida. Esa
misma noche estuvo el Samur en nuestra casa ,aunque no pudieron hacer nada. Se
lo llevaron al hospital escoltado por dos coches de policía .Dentro de mi casa
estábamos mi madre y yo muy asustados y tristes, sin entender nada.
Inmediatamente fuimos
mi madre y yo al hospital y nos dieron una mala noticia, que mi hermano estaba
grave y que había un asesino que estaba en medio de todo esto que seguro le llevaba queriendo matar desde hace mucho
tiempo. Eso dijo la doctora pero yo no supe a quién acusar.
De repente mi cabeza
se quedo en blanco sin saber que decir mientras mi madre lloraba y lloraba
asustada y preocupada por mi hermano César, yo lo único que sabía era que la
gente le quería mucho y que su mejor amigo Álvaro era muy buena persona y
siempre quedaban para hacer los trabajos juntos e iban siempre a casa uno del otro cada semana.
Mientras mi hermano estaba en la UCCI, la policía nos
interrogó a mi madre y a mi , buscando pistas sobre lo ocurrido. Al principio
parecía que nosotros mismos éramos sospechosos. Luego nos preguntaron por lo
que hacía César todos los días y con quién salía.
Cuando estábamos con la policía apareció Álvaro llorando,
aunque parecía un poco nervioso. La policía le empezó a preguntar sobre César y
sobre si sospechaba de quién podía haber sido. Álvaro de repente se puso a tartamudear, pero era
normal por la situación.
Como todos estábamos cansados y nerviosos y no podíamos
hacer nada por mi hermano, la policía y los doctores nos recomendaron que nos fuéramos a casa a
descansar.